"Pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado,
y habéis creído que yo salí de Dios" Juan 16:27
¿Creemos realmente que Dios nos ama? Este versículo es la continuación de Juan 14:1, donde se nos dice que debido a que creemos en Dios, no deberíamos dejar que nada nos preocupe. Creer en Dios significa reconocer que él es Dios de amor, y que su amor reposa en nosotros. A Jesús le gustaba hablar del amor de su Padre, porque sabia que si nosotros llegàbanos a conocerlo verdaderamente, nos daríamos cuenta de que nos ama con ternura.
El amor del Padre hacia nosotros es tan grande que desea que reflejemos su carácter. El sabe que la verdadera realización y felicidad de la vida está en relación directamente proporcional a nuestra semejanza con él. Dios nos creo a su imagen, y el supremo objetivo de la salvación, es restaurarnos a esa condición.
Si tenemos su carácter, seremos capaces de responder al amor, como él lo haría. El proceso de restauración nunca se detiene. "Hay tendencias al mal, heredadas y cultivadas, que deben ser vencidas. El apetito y la pasión han de ser puestos bajo el dominio del Espíritu Santo. No tiene termino la lucha de este lado de la eternidad".
El apóstol Pablo estaba muy informado respecto de la lucha de la vida cristiana, cuando afirmo que era crucificado con Cristo y que moría diariamente. Constantemente enfrentaba el peligro de muerte a manos de enemigos externos, pero también sabia que su mayor enemigo vacía en su propio corazón. Por esa razón, declaró que no luchamos contra carne y sangre, sino contra las fuerzas espirituales de las tinieblas.
Cada hijo de Dios sostiene luchas. Cuando un pimpollo se abre bajo la tibia luz del sol, no pasa mucho tiempo antes que se convierta por completo en una flor. Si comprendemos el amor de Dios por nosotros, y si descansamos bajo la luz del sol de su amor, los pétalos de nuestras vidas se abrirán completamente para exhalar belleza y fragancia a nuestro alrededor.
Esta casi más allá de la imaginación que Dios, el majestuoso Soberano del universo, nos ame y desee restaurar diariamente en nosotros su carácter. ¡Pero èl lo desea! Alàbalo por el inmenso amor que siente por ti.
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