"Te alabare; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien" Salmos 139:14
¿Cuál es el tema de este salmo? El versículo anterior lo
explica: "Porque ¿ tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre
de mi madre". Los verbos formar y hacer, sugieren un creador y una
criatura, la obra de un maestro. Ahora piensa. Cuando tu computadora no
funciona, ¿no la llevas inmediatamente al fabricante? ¿Quién mejor que él podrá
explicar la razón del problema y arreglar el defecto.
¿Tú no eres feliz? ¿No te gusta el trabajo que haces? ¿Vas
todos los días a tu trabajo solo porque necesitas sustentar a tu familia? En
ese caso, tal vez tú estés en el lugar equivocado. Quizás todavía no
descubriste cuál es el plan de Dios para tu vida. En el complicado panorama del
universo, existe un lugar específico para ti.
El salmo de hoy afirma que las obras de Dios son
"formidables, maravillosas". Tú eres la: obra maestra de Dios.
Entonces, ¿por qué las cosas parece que no funcionan en tu vida? Dios te creó
con un propósito especial y te dotó con habilidades especiales para cumplir ese
propósito, de modo que si tú no estás alcanzando ese objetivo, con seguridad es
que algo anda mal.
Tal vez te preguntes: ¿Cómo puedo darme el lujo de buscar un
trabajo que esté en armonía con mis aptitudes, si ya tengo que agradecer a Dios
por el empleo que tengo?
No te preocupes. Si tú te das cuenta que estás en el lugar
equivocado, no presentes tu renuncia hoy. Acude a Dios. ¿No fue él quien te
creó? Cuéntale lo que estás sintiendo. Comparte con él los motivos por los
cuales no te sientes feliz. ¿No te comprendes a ti mismo? Busca a tu Creador.
Busca a Jesús a través de la lectura de la Biblia, de la oración y de la
meditación y, de repente, en el silencio de tus minutos con Dios, tú comenzarás
a sentir paz interior y la convicción de aquello que debes hacer.
David afirma: "Te alabaré". Trata de hacer lo
mismo. Alabar es reconocer a Dios como Creador, humillarse delante de él y
agradecerle por la vida. Ese acto de loor te ayudará a quitar los ojos de ti
mismo, de tus luchas, fracasos e incomprensiones, y contemplar la grandiosidad
divina. Entonces el miedo, la tristeza, y la angustia desaparecen. Por eso, no
salgas de tu casa sin decir: "Te alabaré; porque formidables, maravillosas
son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien".
Escrito por el Pastor Alejandro Bullon
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