lunes, 26 de octubre de 2015

Ayuda idónea

No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. Génesis 2:18.

¿Cómo se inicia un hogar? El primer paso, y el que sienta las bases del futuro hogar, es el noviazgo. De las ideas que se tenga acerca del noviazgo y el matrimonio, y de las bases que se sienten en esa etapa previa, de conocimiento mutuo, dependerán en gran medida el éxito y la felicidad de la nueva familia que se conformará.

¿Qué es lo que esperan un varón o una mujer de una persona del sexo opuesto a la hora de entablar una relación? El objetivo básico de algunos, los más inmorales, es encontrar satisfacción sexual. Otros, aunque tienen intenciones más serias, lo que los hace decidirse a “arreglarse” con alguien es fundamentalmente su belleza física, y quieren tener consigo y para sí a un ser tan atractivo y cautivador. Sin embargo, con el paso de los años, algunas de estas “virtudes” exteriores van desapareciendo.

¿Puede estar basado en esto, entonces, el amor que une a una pareja; puede ser su fundamento último algo tan transitorio como el encanto físico? Por supuesto, nos gusta lo bello; es una inclinación legítima, puesta por Dios en nosotros, que forma parte de nuestra semejanza con él.

Por otro lado, es cierto que la atracción romántica y erótica es lo que le da su especificidad a la relación de pareja, por encima de otras relaciones, brindándole un “plus” encantador.

Sin embargo, fíjate que cuando Dios decide crear a la mujer no dice: “No es bueno que el hombre esté solo; le haré una hermosa ‘modelo top’ o una ‘Miss Universo’ ”; o si el caso fuese inverso: “A la mujer le haré un formidable ‘Brad Pitt’ ”, como si esa fuese su mayor y verdadera necesidad para ser felices. Lo que Dios dice es que le haría una “ayuda idónea”. Es decir, aun cuando la relación de pareja implica como condición específica e ineludible la atracción romántica y sexual, su razón de ser fundamental es la de brindar un compañerismo mutuo que permita a ambos cónyuges sentirse apoyados y sostenidos en la existencia.


¿Estás buscando principalmente esto a la hora de elegir pareja? Y, lo que es más importante, ¿estás dispuesto tú a ser una ayuda idónea para tu compañero o compañera de la vida?

Por: Pablo M. Claverie

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